sábado, 14 de mayo de 2011

André Villas-Boas, ¿El sucesor de Mourinho?


Muchas son las teorías y los artículos que se escriben sobre este señor, que con tan sólo 33 años ha conseguido asombrar a toda Europa con un temible Porto FC. Lo fácil y lo más superficial es decir que Villas-Boas era el segundo del hoy entrenador del Real Madrid y que ha seguido sus pasos, claro, que también es erróneo. La vida de André es mucho más compleja y va mucho más allá de José Mourinho.

André Villas-Boas era un joven al que le entusiasmaba la idea de convertirse en maestro de Educación Física, cosa muy factible, pero que soñaba con ser algún día técnico de fútbol. Era un meticuloso de los detalles desde niño. Se pasaba horas y horas viendo partidos grabados que él mismo conseguía. Cada pequeña cosa era estudiada por él y siempre trataba de buscar respuestas a los errores, o por el contrario, buscar tácticas para provocar errores del rival. Su trayectoria como “profesional” llegó a la edad de 16 años, en 1994. En esa época, era Sir Bobby Robson el entrenador del Porto FC, en el que un tal José Mourinho ejercía como traductor.

El joven de 16 años, acostumbrado a celebrar los goles del delantero estrella Domingos Paciencia (hoy entrenador del Sporting de Braga) años atrás, no entendía porque el técnico inglés le dejaba tanto tiempo en el banquillo. André, que vivía en el mismo edificio que Bobby Robson, no dudó en escribirle una carta y dejársela en el buzón, pues era demasiado tímido para abordarle y hablar cara a cara. Robson, al leerla, quedó maravillado con los conocimientos de un niño de sólo 16 años y animó al joven a elaborar informes tácticos y estadísticos del club para el señor Robson. Pasados unos días, Bobby volvió a quedar sorprendido e invitó al chico a unirse al cuerpo técnico del Porto. Empezó a sacarse el carnet de entrenador y fue parte importante de las categorías inferiores del club. Su primera experiencia fue una breve temporada como seleccionador de las Islas Vírgenes.

Mourinho y Robson abandonaron Portugal y se fueron al F.C. Barcelona, pero André, ya un poco más crecido, continuó trabajando para el equipo Portugués tras su breve experiencia como seleccionador. En 2002, The Special one regresó al Porto FC, donde rápidamente contó con los servicios de Villas-Boas. Ambos formaron un tándem magnífico e hicieron campeones al Porto y al Inter de Milán de diversos títulos conocidos por todos. Mourinho le quería al lado, pero al fin André dio el paso definitivo. Cogió al Académica de Coímbra y fue de verdad cuando empezó su carrera en solitario. Logró mantener al equipo en la máxima categoría portuguesa, pero lo más importante, consiguió desplegar un fútbol bonito, atractivo. Las ofertas le llovían, pero él decidió volver a donde empezó. Nada más llegar consiguió la Supercopa de Portugal y meses después, el Porto es campeón de Liga con una diferencia aplastante sobre el Benfica, está plantado en la final de Copa Portuguesa y en la final de la Europa League.

Le llueven las ofertas para el próximo año. Un hombre que con tan sólo 33 años parece dispuesto a destrozar todos los récords por haber en el mundo de los banquillos, pero que parece inmune al dinero y la fama que otros desean, pues él asegura que sueña con entrenar en Chile, Argentina y Japón.

Como vemos, Villas-Boas parece ser el fruto de dos genios, Mourinho y Robson, que han sido los encargados de pulir a este joven portugués todo lo que sabe. Pero no es menos cierto que “el pequeño” Villas-Boas también ha sido muy importante en las vidas de Mou y Robson y que en algún momento de su vida, él también les enseñó algo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario