viernes, 5 de agosto de 2011

Soy español, ¿A qué quieres que te gane?

No, no queremos ser prepotentes, pero es la realidad. España, España y nada más. Hemos cerrado la primera década del año 2000 con un currículum envidiable. Somos los reyes del deporte de gran nivel y aún no nos creemos ni la mitad de lo que hemos hecho. Ahora lo importante es no subirse a las nubes creyéndonos los reyes del mambo y mantenerse en la cima, o al menos intentarlo, que es lo difícil. Aunque es evidente que es imposible retener de vez en cuando un tópico irónico como el que titula a este artículo, pero sin maldad y sin subestimar a las demás naciones, que conste.

Decíamos que habíamos cerrado una década increíble, ¡pero madre mía cómo hemos empezado la nueva!, aunque vayamos por pasos. En los JJOO de Sydney 2000, 11 medallas en total. No eran muchas comparadas con otras celebraciones, pero no estaba mal para abrir boca. 3 oros en 3 disciplinas distintas. Joan Llaneras, Gervasio Deferr e Isabel Fernández y entre otros, una plata para la selección de fútbol, que nos daría años después la mayor alegría de la historia. En el Balonmano, comenzábamos a engrasar la máquina con dos bronces en los JJOO y en el europeo, igual que en Baloncesto, donde íbamos progresando en los torneos continentales con medallas de plata y bronce. Reyes Estévez aparecía como el gran sueño español del medio fondo. El atleta europeo que vencería el dominio africano en la prueba parecía, y Yago Lamela nos ponía a todos el corazón en un puño con una final de salto de longitud para la historia contra el mejor saltador de la historia. En el mundo de las dos ruedas, un tal Oscar Freire, que ganó en 1999 el Campeonato del Mundo en ruta, se proclamaba campeón otras dos veces más, mientras que Joan Llaneras seguía dominando dentro de la pista y Joseba Beloki luchaba contra un monstruo llamado Lance Armstrong por hacerse un hueco entre los mejores.


La cara negativa era la de motociclismo. Alex Crivillé dejaba un hueco difícil de llenar y los primeros años fueron negativos Checa, Fonsi y Sete eran muy buenos, pero no lo suficiente para liderar los mundiales. Hasta que apareció Dani Pedrosa. El primero de la “baby-generación” ganadora de mundiales que luego completarían Jorge Lorenzo –hoy campéon mundial de la máxima categoría-, Álvaro Bautista, Julián Simón, o Marc Márquez, entre otros. Para cerrar la década, triplete. Márquez, Lorenzo y Elías. Tres superclase. Sin duda, de menos a más.





A medida que pasaban los años íbamos siendo más fuertes en todas las disciplinas. El ciclismo es la mejor muestra de ello. Llaneras seguía siendo el rey de la pista, y lo fue hasta 2008, año de su retiro. El Tour tenía tintes españoles. Contador, Sastre y Pereiro nos daban 5 años seguidos de gloria y el campeonato del UCI Pro Tour ha estado dominado y secundado siempre por alguno de los Contador, Valverde, Joaquim Rodríguez y Samuel Sánchez. Casi nada.

Con la raqueta, Carlos Moyá era el dueño y señor, número 1 mundial, y a su sombra empezó a cocinarse la calidad de Juan Carlos Ferrero, también número 1 y la potencia física de un tal Rafael Nadal, del que creo que no hay lugar a decir nada que ya no se sepa. Si sumamos eso y añadimos a Feliciano, los últimos años de Corretja y a Verdasco, obtenemos 4 Copa Davis en 9 años y alguna medalla olímpica. Nada mal.




Fernando Alonso. Perdón, quise decir Fórmula 1 ¿O acaso no son sinónimos? Uno de los deportes más seguidos en España hoy en día y es gracias a este asturiano, porque la “Alonsomanía” nos ha convertido a todos en adictos a este deporte, entre los que me incluyo, y a los que seguían esto los ha dado un punto más de interés pues el deporte con pasión, se vive mejor. Dos títulos mundiales consecutivos, rompiendo récords de precocidad y uno de los mejores de la historia. Aún continúa luchando por dar espectáculo. Su ciclo no ha terminado.

Pasándonos a los deportes de pelota, encontramos el balonmano y el baloncesto. Campeones del mundo en ambos a mitad de década. En el balonmano llegamos a la cumbre y nos desinflamos cual globo, aunque poco a poco vamos recuperando sensaciones. “BA-LON-CES-TO” dijo Pepu, y eso fue lo que hicimos, ni más ni menos. Campeones del mundo gracias a una selección de ensueño que aún a día de hoy mantiene los mimbres. Liderada por jugadores NBA, los mejores de nuestra historia entre los que destacamos a los Gasol, Calderón, Navarro o Rudy. Desde entonces, sólo el Dream Team americano y una Rusia irreconocible han sido capaces de doblegarnos, y no sin polémica. Mención aparte el partido del último Mundial, uno de los mejores de la historia de los mundiales, donde los serbios nos ganaron tras una batalla irrepetible.



En los JJOO de 2004 y 2008, mejor participación que en 2000. 19 y 18 medallas y 3 y 5oros respectivamente. Nombres como Nadal, Llaneras, David Cal, José Luis Abajo, Deferr o Samuel Sánchez nos ayudaron a tocar la gloria y vibrar con ellos como nunca lo hicimos.

La guinda del pastel, el fútbol. Nuestro deporte rey y en el que nunca ganamos nada –salvo aquel europeo de los años 60-. Siempre nos poníamos la vitola de favoritos sin serlo, probablemente por el ansia de conseguir algo importante. Luis Aragonés fue quien nos enseño el camino cuando menos lo pensábamos. Gracias a su cabezonería conseguimos un fútbol de toque que hoy continúa. Nunca entendíamos como éramos claros dominadores en las selecciones inferiores pero con los mayores nunca conseguíamos nada. A día de hoy seguimos dominando todas las disciplinas inferiores. Hombres, mujeres, sub 17, sub 19, sub 20 y sub 21, europeos y mundiales, nos da igual, pero faltaban los mayores. 2008 fue el año. Se hizo esperar, pero lo conseguimos. El gol de Torres quedará siempre en nuestras retinas, pero también la lesión de Villa, nuestro goleador, o la parada de Iker en los penaltis. Creíamos que no podíamos mejorar, pero lo hicimos. Rozamos la perfección -maldita Suiza- dos años después, en Sudáfrica, siendo campeones del Mundo, levantando la copa que todos habíamos soñado alguna vez cuando vimos a Cannavaro, Deschamps o Cafú. Casillas era el elegido para levantarla, pero Iniesta… Iniesta de mi vida…



No sé que más decir, sólo recordar el pasado y disfrutar del presente, imaginando un futuro aún mejor si es posible ¿Hay que mejorar? Siempre se puede mejorar, pero sobre todo en esas disciplinas que no llevamos del todo bien, como es el Voleibol en pista, Hockey sobre hierba y Rugby. Disciplinas en las que siempre hemos luchado entre los 5-10 mejores del mundo consiguiendo rescatar alguna medalla de vez en cuando. El mundo del deporte es caprichoso, y los que hoy están arriba, mañana estarán abajo. La calma, la paciencia y el trabajo son los mejores aliados para mantenerse arriba, y sobre todo no creer que no haya nadie mejor que uno mismo.

Soy español, ¿a qué quieres que te gane? Y no, Eurovisión no cuenta.