jueves, 16 de junio de 2011

Boston Bruins se hace con la Stanley Cup

Las temporadas deportivas tocan a su fin. Anoche fuimos testigos de uno de los eventos más seguidos en el mundo del deporte americano, la final de los Play Off del Hockey sobre hielo, conocido como NHL.

Por primera vez en la historia tuvo un desenlace después al de la NBA y fue de lo más emocionante del año. Vancouver, el mejor equipo de la liga regular, iba a recibir en el partido definitivo a Boston para desempatar ese 3-3 de la serie. Todos apostaban por los locales. La clave era el portero de Vancouver, Roberto Luongo. El ex de los California Panters, considerado como el mejor portero del mundo, estaba teniendo una serie catastrófica y todas las miradas se centraban en él como culpable de derrotas inesperadas. No era para menos.




Bergeron y Marchand fueron los goleadores, con dos tantos cada uno, pero los nombres propios de la noche fueron los de Chara, capitán de los Bruins y Thomas, que fue un muro bajo palos. El ambiente era de gala y el primer periodo comenzó con ambos equipos a la defensiva. Tras un Faceoff casi al final del primer periodi llegó el primer gol, un disparo ajustado de Bergeron que dio en el palo y en el que Luongo no pudo hacer nada. El segundo periodo fue el mejor. El público jaleaba con cada choque de los locales y el partido era de ida a vuelta con muchas contras. Podía pasar cualquier cosa, y pasó. Tras un error de la defensa de los Bruins, a punto estuvo de empatar el equipo local, pero con Thomas caído y batido, apareció la figura de Chara para sacar el disco bajo palos. Fue la jugada que marcó el cambio del partido. Desde entonces a los locales se les encogió la muñeca y les quemaba el caucho en sus sticks. Marchand y Bergeron anotaron al final de este segundo periodo para sentenciar el partido, la eliminatoria y el campeonato. La imagen de los jugadores de los Bruins en el túnel de vestuario en cada descanso era escalofriante. Todos concentrados, escuchándose los unos a los otros y con cara de pocos amigos. Las barbas que se habían dejado para las finales estaban funcionando como amuleto y todos chocaban con Chara al saltar a la pista. El tercer periodo fue un trámite y ya casi celebrándolo, Marchand puso el 4-0 definitivo en el campo de Vancouver para culminar un partido sublime rompiendo los pronósticos y el factor campo.

Los hechos fuera del estadio fueron bochornosos, con los hinchas locales quemando todo lo que encontraban para intentar saciar sus ganas de triunfo.



El Santos saca oro de Uruguay


Anoche tuvo lugar el partido de ida de la final de la Copa Libertadores entre el Peñarol de Uruguay y el Santos brasileño. El campo de los uruguayos presentaba un aspecto precioso en las gradas, pero muy pobre en el terreno, que estaba en mal estado. Ganso no llegó a tiempo como estaba previsto y todas las miradas se centraban en Neymar. El Santos aparecía como favorito en todas las casas de apuestas para llevarse el título y anoche dio un gran paso para ello, pero quizás no lo mereció. Empecemos desde el principio.

Peñarol salió fuerte y enchufado. Corujo estaba siendo el mejor de los carboneros por la banda derecha entrando una y otra vez en el área de los brasileños. Martinuccio, el mejor jugador de los locales, tuvo una de sus peores noches. Nunca encontró espacios y no puedo hacer gala de su mejor repertorio y eso fue gracias al marcaje al hombre que propuso Ramalho a sus hombres para el “negro” Martinuccio. En el otro bando, Neymar hacía aguas. El partido le venía grande y no parece estar curtido para este tipo de eventos aún. En su primera aparición vio tarjeta amarilla por simular una caída. Ya mediada la primera mitad, el colegiado obvió un penalti claro a favor de los locales que podía haber cambiado el curso del partido. Justo en el tramo final de la primera parte llegarían las dos mejores ocasiones del partido, ambas del capitán Darío Rodríguez que se sumó al ataque para las jugadas a balón parado. Ninguna entró, pero las dos fueron muy buenas.

Ya en la segunda mitad, el Santos cambió el chip. Salió enchufadísimo. Elano se hizo con la pelota y la presión alta en la salida de balón que hacían les dio un plus de posibilidades. Tuvieron la mejor ocasión tras una serie de rebotes y un lanzamiento a bocajarro que detuvo el meta Sosa, espectacular toda la noche. Pero fueron 10 minutos de espejismo para el equipo que capitaneó Neymar tras la sustitución de Elano, pues con la salida de Antonio Pacheco, ex del Albacete, el equipo carbonero se volvió a hacer con la pelota. También entró Estoyanoff, otro conocido de la liga española y le dio un plus de velocidad al equipo. Oliveira tuvo en sus botas el gol de la victoria, pero hoy no era el día de Peñarol para marcar. Al final, el técnico Diego Aguirre le dio entrada a Diego Alonso, aquel delantero uruguayo que jugó en el Valencia, Racing y Atlético de Madrid y “el tornado” no defraudó. Marcó gol en el tramo final del encuentro, pero fue anulado por fuera de juego.

Así acabó el encuentro, con 0-0 que beneficia al Santos en el encuentro de vuelta con un Ganso probablemente recuperado y un Neymar que buscará deleitar al mundo antes su afición. Los carboneros, a seguir rezando.