lunes, 23 de enero de 2012

Blanco, no impoluto

Después de 1 año, 8 meses y 8 días el Bernabeu al fin habló. No es hora de oportunismos, todos sabíamos a quién contrataba el Real Madrid. El 26 de mayo de 2010, Florentino Pérez comparecía ante los medios para anunciar la destitución de Manuel Pellegrini. Florentino había vuelto un año antes para devolver los éxitos y los títulos al club, que dice, ser de sus amores.

Tras una temporada compitiendo cara a cara contra el Barça, batiendo record de puntos y goles, la caida en copa ante el Alcorcón y el Lyon en Champions en octavos de final, decapitaron la cabeza del entrenador chileno de cara al fin de temporada. El día de su destitución Florentino dijo: "Este club, que hace gala de tener a los mejores en todos los sectores, cree que es el momento de contratar al mejor entrenador del mundo. El Madrid apuesta por la estabilidad, pero la estabilidad pasa por ganar títulos y ser líderes en el mundo, no por mantener al entrenador. El estilo de juego de Mourinho encaja en los valores del Real Madrid, que son ganar y el espíritu de sacrificio".

¿Sacrificio? Seguramente todo el del mundo. ¿Victorias? ¿Estabilidad? El tiempo pasa para todos, ya seas Mourinho, Pepe el vecino(u otro Pepe al que también se le acaba el crédito) o Manoli la del bar. En estos 2 años, el luso se ha obsesionado con la idea de derrotar al Barcelona, devolverlo un escalón por debajo, triunfar ante aquellos contra los que él solo lo hizo, pero en un escenario bien distinto y lo único que ha conseguido es manchar el nombre del madridismo, poner al club blanco en boca de todo el mundo y no por las victorias precisamente (1 de 8 encuentros ganados ante el Barcelona y un solo título). Llegados a este punto, Chamartín, el Bernabeu, el coliseo blanco, o como quieran llamarlo, se ha cansado. Un club grande no se caracteriza por sus victorias, si no por la forma en la que las lleva a cabo y sobre todo, y algo que Mourinho parece que no sabe, la forma en la que se afrontan las derrotas.

Nadie dudará de la calidad de los futbolistas del Real Madrid, de que se trata probablemente del 2º mejor equipo del mundo, pero una institución grande, requiere un entrenador grande. Como dijo Florentino en su día: "El Madrid apuesta por la estabilidad, pero la estabilidad pasa por ganar títulos y ser líderes en el mundo, no por mantener al entrenador." Es hora de aplicarse el cuento. Esperemos al final de temporada.

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