La pasada tarde del domingo, el Barcelona Borges se proclamaba campeón de la Liga de Campeones. Un dia después de que la sección de fútbol conquistase la orejona en Wembley, el domingo era turno de la sección de balonmano. Los hombres de Xavi Pascual no fallarón, y al igual que los jugadores de Guardiola, consiguieron hacerse con el trofeo más importante a nivel continental.
El rival al que se enfrentaron fue el Renovalia Ciudad Real, el otro equipo puntero español de balonmano. Por tanto, se trataba de una final española. El partido se disputo en el Lanxess Arena de Colonia, el cual tenía las gradas llenas de casi 19.000 aficionados. El encuentro estuvo muy emparejado casi todo el primer tiempo, hasta que a falta de cinco minutos para el descanso, el Barça consiguió un parcial a favor de 4-0. El marcador al descanso era de 14-10 favorable a los blaugranas. Al comienzo del segundo parcial, el Barcelona amplio la ventaja, llegando a conseguir la máxima diferencia en el marcador (19-12) gracias a su pivot danés Noddesbo, que anotó ocho goles. A pesar de esto, el Ciudad Real no tiro la toalla y se colocó cuatro abajo a falta de diez minutos. Pero el Barcelona seguía siendo intratable en defensa y en ataque anotaba con relativa facilidad a pesar de la gran actuación del portero madrileño Hombrados. El partido finalizaría con un resultado final de 27-24, logrando de esta manera el Barcelona Borges su octava Liga de Campeones.
Una de las claves para que el choque entre estos dos grandes equipos se decantase del lado blaugrana, fue la actuación estelar del portero bosnio Daniel Saric, que con sus 22 paradas desquició a los atacantes del Ciudad Real, que veían casi imposible batir a este guardameta. Como su propio técnico a dicho "Saric ha sido el factor que ha decidido esta final". Coincide con él el entrenador del equipo rival, el mítico Talant Dujshebaev, quien afirma que "la superioridad del contario vino a través de un solo jugador: Saric". Además hay que destacar a la ferrea zaga del Barcelona, que dificultó en la medida de lo posible los lanzamientos de los jugadores del Ciudad Real.
Sin más preámbulos, nuestas más sinceras felicitaciones al Barcelona Borges (conjunto plagado de internacionales españoles) por este merecido y sacrificado triunfo ante un rival que no bajó los brazos hasta el pitido final del árbitro. Señalar también que este encuentro servía de despedida para Iker Romero, que se marcha del equipo catalán tras ocho años rumbo a la liga alemana, por lo tanto, le deseamos mucha suerte en su nueva andadura deportiva.