Hace apenas dos semanas que comenzó la mejor liga del mundo de baloncesto, la NBA. Parece pronto para empezar a sacar conclusiones, pero lo cierto es que ya se han disputado dieciséis jornadas del campeonato. Por lo tanto, podemos empezar a sacar cosas en claro.
Por un lado, una de ellas es que hay dos equipos por encima del resto, Oklahoma City Thunder y Miami Heat. La clasificación así lo refleja. Ambos son los líderes de conferencia (Oklahoma del oeste y Miami del este). Cada uno suma ocho victorias, y entre los dos solo han perdido tres encuentros (dos los Thunder y uno los Heat).
Al margen de los números, desprenden una sensación de superioridad tremenda. Tienen un físico envidiado por todos los equipos de la liga, un buen banquillo y jugadores que marcan la diferencia. En consecuencia, o mucho cambia la historia, o parece que estas dos conferencias serán las que se jueguen el anillo.
Por otro lado, hay equipos que en este comienzo de temporada están decepcionando mucho, ya sea por sus estadísticas o por su juego desplegado. Dos de ellos son Dallas y Lakers. Son dos decepciones esperadas, pero aún así están muy por debajo del nivel esperado. Los actuales campeones han tenido bajas sensibles y no pasan por su mejor momento; los angelinos atraviesan un cambio generacional y de estilo. Ninguno de los dos arrancó bien la temporada, pero ahora parece que están levantando el vuelo.
En cuanto a los jugadores españoles, sin duda el hombre noticia estos días está siendo el joven Ricky Rubio. El base ya es considerado una estrella en Minnesota, donde tienen muchas esperanzas puestas en el. Está cosechando grandes actuaciones, deleitando con mágicas asistencias a sus aficionados y compañeros. Juega alrededor de treinta minutos por partido. Su promedio es de 9,9 puntos y 7,4 asistencias.
En definitiva, han pasado muy pocos días desde que empezó el campeonato, pero en la NBA, y más en esta peculiar temporada debido al lockout, el ritmo es muy alto, y cada uno empieza a sacar sus propias conclusiones. Los equipos ahora destacados no se pueden relajar, porque tres días malos hacen que pierdan todo lo obtenido anteriormente; mientras que conjuntos que no terminan de arrancar todavía tienen la oportunidad de levantar el vuelo. Sea lo que sea, no se lo pierdan, porque esto, la NBA, es un espectáculo. “Where amazing happens”.