Primero fue el ex tenista francés Yannick Noah (campeón en 1983 de Roland Garros y dos veces campeón de la Copa Davis) quien acusó a los deportista españoles de doparse. Lo hizo en su columna en el periódico Le Monde. Ironiza diciendo que "hoy en día, el deporte es un poco como Astérix en los Juegos Olímpicos. Si no tienes la pócima mágica es difícil poder ganar. Y aquí parece, como Obélix, que ellos fueran los afortunados que cayeron en la olla". Arremete contra la selección de balocesto, la de fútbol y contra el propio Alberto Contador.
Tambien el ex ciclista francés, Bernard Hinault, coincide con su compatriota, aunque matiza que "no creo que todos los deportistas españoles se dopen. Hay tramposos como en todos los países, pero no lo son todos". Después de estas declaraciones, es el canal frances Canal + France, quien enjuicia de forma burlesca a los deportista españoles de dopaje. A través de un video protagonizado por un guiñol que imita a Rafa Nadal, dejan claro que "los españoles no ganan por casualidad". Ante esto, la Federación española de tenis (RFET) va a demandar al canal según dijo el presidente José Luis Escañuela. Pero hay más, después de ese polémico video, han creado otro en el que aseguran que Contador ganó el Tour de 2007 gracias a la gente que le donó su sangre.
Parece ser que a nuestros vecinos, los franceses, no les gusta que el deporte español atraviese por su mejor momento histórico. No sé la razón, si es por celos, envidía o qué. Lo cierto es que, en vez de reconocer que en estos momentos sus deportistas están en un escalón por debajo, prefieren justificar los éxitos de los españoles afirmando que se dopan o se han dopado para conseguir tales hazañas. Cuando a mi me enseñaron como debía ser un buen deportista, me inculcaron que lo más importante era saber perder y reconocer el mérito del rival, porque ganar sabemos todos. Ahora bien, los galos aparentemente no tienen esta cualidad.