El mundo del ciclismo se destruye, no lo hacen desde fuera, parece que ellos mismos quieren acabar con este bonito deporte. Hoy, Alberto Contador ha sido sancionado dos años tras su positivo por clembuterol en 2010.
Un Tour de Francia y un Giro de Italia, entre otras pruebas, le son arrebatadas a Contador injustamente por no poder probar su inocencia, Alberto es sancionado por no poder demostrar que no se dopó.
Las pruebas médicas afirmaron que la cantidad que se encontró en la orina del ciclista de Pinto, sólo pudo llegar accidentalmente a su cuerpo, además no fue suficiente para mejorar el rendimiento deportivo de Contador.
El TAS ha ido retrasando la decisión hasta hoy, los casos anteriores eran una baza para el del Saxo Bank, en 2010, el Tribunal de Arbitraje Deportivo exculpó al francés Richard Gasquet puesto que la cantidad encontrada en sus análisis era tan ínfima que sólo podía deberse a un consumo fortuito.
Ese mismo año, cinco futbolistas mexicanos (que luego fueron 109) se libraron tras dar positivo por clembuterol en un control de la FIFA, la Agencia Mundial Antidopaje falló a su favor alegando que se encontraba ante un caso de contaminación alimentaria, casualmente, el mismo que defendía Contador.
El alemán Ovtcharov también fue exculpado tras dar positivo por la misma sustancia y con una cantidad de 75 picogramos, superior a la encontrada en la prueba de Alberto.
Así, múltiples casos más en los que la lógica ha salido ante todo, algo raro se esconde detrás de este caso y detrás de este deporte, sancionar a un deportista sin poder demostrar su dopaje es algo muy triste, como las personas que controlan el mundo del ciclismo.
Ya termina un día muy triste en el que los que amamos el ciclismo no vamos a poder descansar bien, una persona inocente, el mejor ciclista del mundo, ha sido sancionada injustamente por el hecho de ganar y quién sabe si por el hecho de ser español.