Este media punta de casi 36 años atesora un talento con el balón en los pies fuera de lo común. Comenzó su carrera en Las Palmas, cuando apenas tenía 19 años. Su debut en la máxima categoría se produjo en 1997, año en el que fichó por el Mallorca. En la temporada siguiente pasó a formar parte del Atlético Madrid, donde consiguió convertirse en titular y sentar en el banquillo al fichaje estrella del equipo rojiblanco, Juninho. Tras dos temporadas, fue traspasado al Deportivo de La Coruña. Actualmente afronta su décima temporada en el conjunto coruñés. Ha sido aquí donde el jugador canario ha desplegado su mejor fútbol.
Valerón pertenece a ese reducido grupo de futbolistas capaces de descubrir pasillos imposibles. Allí donde nadie imagina un mínimo hueco por el cual pueda pasar el balón, él encuentra un camino. Inventa el fútbol en casa pase, embelleciendo las jugadas con su profunda capacidad creativa. Cuando se siente cómodo y mueve al equipo a su antojo, la alegría de su juego convierte al Depor en un equipo mucho más peligroso ofensivamente.
Sin embargo, bajo mi punto de vista, no ha podido desarrollar todo su buen fútbol, ya que ha sido lastrada por las lesiones. La más grave de todas la sufrió en 2006, cuando se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla. En la pretemporada de la temporada 06/07 recayó, y en marzo de 2007 tuvo que ser operado. Su reaparición se produjo el 27 de enero de 2008 en Riazor, donde fue recibido con una grandísima ovación. A partir de ese momento se ha visto obligado a dosificar sus esfuerzos y a administrar los minutos para no volver a recaer.
A pesar de esto y de su edad, Juan Carlos Valerón nos sigue deleitando con cada pase y con cada jugada. Es un jugador que hace que lo difícil parezca fácil, con sencillez. Es capaz de desequilibrar en un deporte cada vez más físico, en el que si no eres fuerte y veloz tienes muy poco que hacer. A no ser que te llames Valerón. Es por esto por lo que me recuerda al astro francés Zinedine Zinade, ya que ambos se caracterizan por su elegancia, calidad, clase o magia. Porque son capaces de controlar balones llovidos del cielo, desprenderse de dos o tres rivales en un metro y porque son de esos jugadores por los que merece la pena pagar una entrada.
Este canario se ha convertido en un ídolo para la afición coruñesa, que ya le tiene entre sus grandes y su nombre, entonado con musicalidad desde la grada de Riazor, se ha convertido en un himno al buen fútbol.
El mejor posteo de los que van.Un saludo de uno de vuestros seguidores.Ánimo con ésto!
ResponderEliminarBuff vaya crack el de Arguineguin, las lesiones le han dejado huella como a Vicente.
ResponderEliminarMuy bueno!
Me gusta un montón Borjita!!!
ResponderEliminarQueda claro que sentó a Juninho por el criminal de Michel Salgado?
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